Un campesino, que pasaba por allí con una carga de verduras, la vio.
Al aproximarse a ella, puso su carga en el piso y trato de mover la roca
a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, con gran
esfuerzo, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, vio una
bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca.
La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey
diciendo que el oro era la recompensa para la persona que removiera la
piedra del camino.
El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad.