25 nov 2025


Al llegar diciembre, tiempo de preparación y celebración, la luz del pesebre vuelve a brillar en medio de nuestras vidas, trayendo consigo un mensaje eterno de amor y esperanza.

La esperanza es una fuerza activa y transformadora, que nos llama a ser portadores de luz en medio de la oscuridad. En cada aula, en cada recreo, en cada gesto de servicio y compromiso, vamos sembrando pequeñas luces que iluminan las historias de nuestros niños, niñas y jóvenes, especialmente de aquellos que más nos necesitan. Todos somos protagonistas de una historia común: la de Dios que se hace presente en lo pequeño, en lo cotidiano, en lo que nace.

Queremos que nuestras aulas sean un Belén donde nazca la luz, un taller de esperanza, una familia que acoge.

Que este Adviento y esta Navidad nos encuentren con los ojos abiertos, el corazón dispuesto y las manos extendidas para sembrar pequeños gestos que iluminen el mundo. Porque la esperanza no defrauda… y la historia continúa.

Que en estas fiestas podamos celebrar no sólo el nacimiento de Jesús, sino también el amor, la unidad y la solidaridad que nos une como familia salesiana.

¡Feliz Adviento! ¡Feliz Navidad!